Las drogas psicodélicas como terapia para tratar la salud mental
Australia se ha convertido en el primer país del mundo en legalizar el uso de las drogas psicodélicas MDMA, también conocida como éxtasis, y psilocibina, un compuesto presente en los hongos alucinógenos, como terapia para tratar enfermedades de salud mental. Desde el 1 de julio de 2023, los psiquiatras podrán recetar medicamentos que contengan ambas drogas psicodélicas para tratar trastornos como el estrés postraumático o la depresión, respectivamente.
Estados Unidos marcó un precedente en marzo de 2019 al aprobar el uso de la esketamina –una purificación de un tipo específico de molécula de ketamina– para tratar la depresión grave en pacientes adultos que no hayan respondido a al menos otros dos tratamientos con anterioridad. Tan solo unos meses después, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dio luz verde a la distribución del Spravato, un medicamento que contiene la esketamina. En España, el Ministerio de Sanidad comenzó a financiar el fármaco para pacientes con depresión mayor resistente al tratamiento en noviembre de 2022.
La administración de sustancias psicodélicas para tratar enfermedades de salud mental debe realizarse en ocasiones puntuales y bajo supervisión médica
Aunque el reconocimiento del MDMA y de la psilocibina como medicamentos en Australia se produjo en febrero de 2023 por el Real Colegio de Psiquiatras de Australia y Nueva Zelanda, hasta julio del mismo año no se ha empezado a prescribir su tratamiento para pacientes con determinados trastornos de salud mental. Esta medida permitirá que el MDMA, también llamado éxtasis, se utilice para tratar el estrés postraumático y la psilocibina, para la depresión resistente a tratamientos tradicionales, siempre que lo autorice un psiquiatra y se administre al paciente en un entorno clínico y controlado. En el resto de contextos, el uso de estas drogas continuará considerándose ilegal en este país.
Como explica a Newtral.es Antón Gómez-Escolar, psicofarmacólogo e investigador del observatorio de ciencia psicodélica INAWE, “la terapia con drogas psicodélicas busca canalizar los efectos del propio proceso psicoterapéutico. El objetivo no es tapar los síntomas a través de la prescripción de fármacos como antidepresivos o ansiolíticos, sino llegar a la raíz del trastorno y obtener una remisión completa del diagnóstico”. En cuanto al desarrollo del tratamiento, la administración de las terapias con psicodélicos “debe llevarse a cabo a través de tomas puntuales, que tienen un nivel de toxicidad muy bajo, y bajo supervisión médica. El paciente nunca se lleva a casa el medicamento ni puede acceder a él si no es bajo prescripción del psiquiatra”, como apunta el psicofarmacólogo.
Algunos estudios, como el que ha publicado recientemente, el 5 de junio de 2023, la revista Nature Neuroscience, en el que participa el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), abren las puertas al desarrollo de nuevos antidepresivos basados en drogas psicodélicas sin efectos alucinógenos. También algunos ensayos clínicos llevados a cabo con grupos pequeños de pacientes, como los de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos y el del Consejo de Investigación Médica en Reino Unido, han demostrado la eficacia de este tipo de tratamientos en la remisión de la depresión en adultos.
España podría autorizar las terapias con drogas psicodélicas para tratar enfermedades de salud mental en los próximos dos o tres años
Algunos de los beneficios que ofrecen este tipo de tratamientos frente a los tradicionales son “el empleo de sustancias con niveles de toxicidad más bajos, frente a los que contienen los antidepresivos o las benzodiazepinas, o la posibilidad de probar tratamientos innovadores para luchar contra los trastornos de salud mental”, como señala Gómez-Escolar. También añade que el riesgo de que los pacientes que se sometan a terapias asistidas con drogas psicodélicas generen adicción a estas sustancias es prácticamente imposible, puesto que “su consumo se realiza en un contexto médico y el potencial adictivo de drogas como el MDMA o la ketamina está vinculado a su consumo en un ambiente recreativo”.
Las drogas psicodélicas pueden ser útiles para el tratamiento de múltiples enfermedades de salud mental. Como explica Gómez-Escolar, “se están explorando todos los trastornos con todos los psicodélicos para conocer cuál es el más adecuado en cada caso”. En España, como declara el psicofarmacólogo, “se han realizado ensayos clínicos con MDMA para estrés postraumático, con psilocibina para la depresión y con ibogaína para la adicción a opioides como la metadona, por lo que se espera que en dos o tres años se autorice la administración de psicodélicos para los pacientes con trastornos de salud mental”.
Fuentes
Antón Gómez-Escolar, psicofarmacólogo e investigador del observatorio de ciencia psicodélica INAWE
Agencia Europea del Medicamento (EMA)
Ministerio de Sanidad
Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA)
Journal of Psychopharmacology
Nature Neuroscience
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Departamento de Salud y Cuidado de Ancianos del Gobierno de Australia
Real Colegio de Psiquiatras de Australia y Nueva Zelanda