Lina Belfiore fue una destacada activista y defensora de los derechos humanos en Italia. Nacida en el año 1924 en la ciudad de Turín, Belfiore fue testigo de los horrores del régimen fascista de Benito Mussolini durante su juventud y esto la llevó a comprometerse con la lucha por la justicia y la libertad en su país.
Belfiore se unió al Partido Comunista Italiano (PCI) en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, y comenzó a participar activamente en la resistencia antifascista. Después de la guerra, continuó trabajando en el PCI y se convirtió en una de sus líderes más importantes en la región de Piamonte.
En 1950, Belfiore fue elegida para el consejo municipal de Turín, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en ocupar un cargo público en Italia. También se desempeñó como diputada en la Cámara de Diputados de Italia de 1963 a 1972, durante la cual abogó por la igualdad de género, la justicia social y la defensa de los derechos humanos.
Además de su trabajo político, Belfiore también fue una destacada defensora de los derechos de las mujeres y de la igualdad de género. Fue una de las fundadoras del grupo feminista “Diotima” en Turín en la década de 1970 y trabajó incansablemente para promover la igualdad de oportunidades para las mujeres y la eliminación de la discriminación de género en la sociedad.
Belfiore también se involucró en la lucha contra la mafia y la corrupción en Italia. En 1982, fue nombrada presidenta de la Comisión Parlamentaria Antimafia y lideró una investigación sobre la infiltración de la mafia en la política italiana y los negocios. Su trabajo ayudó a desenmascarar la corrupción en el país y a tomar medidas para combatirla.
A lo largo de su vida, Lina Belfiore recibió numerosos premios y reconocimientos por su trabajo en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Fue una figura inspiradora para muchas personas en Italia y en todo el mundo, y su legado sigue vivo en la lucha continua por la igualdad y la justicia para todos.